Nació el 28 de julio de 1887 en Blainville-Crevon, un pequeño pueblo al noreste de Ruan, donde su padre, Eugène Duchamp, ejercía como notario y alcalde. Fue el tercero de seis hermanos. Sus dos hermanos mayores, que adoptaron más tarde los nombres de Raymond Duchamp-Villon y Jacques Villon, decidieron dedicarse al arte, quizás debido a la influencia de su abuelo materno, que tras ganar una fortuna considerable como agente marítimo se había retirado para dedicarse a sus principales aficiones, el grabado y la pintura, llegando a exponer algunas obras en la Exposición Universal de París (1878).
Como habían hecho sus hermanos mayores, a los que estaba muy unido, Marcel asistió a clases de dibujo en el liceo. Su hermano Gaston (Jacques Villon) había alcanzado cierta fama como pintor de carteles en París, en una época en la que descollaban Henri de Toulouse-Lautrec y Alfons Mucha, y Marcel, que admiraba a su hermano, trató de imitar su estilo en sus primeros dibujos.[1] En el verano de 1902, con catorce años, pintó sus primeros óleos, de influencia impresionista, en los que se muestran paisajes de Blainville. También realizaría varios dibujos con diferentes medios (acuarela, aguada, monotipo, lápiz) con un único tema: su hermana Suzanne, dos años menor que él, que también se dedicaría a la pintura. En 1904 abandonó el hogar paterno para marcharse al barrio parisino de Montmartre, donde vivió con su hermano Gaston. Marcel, al igual que sus hermanos, disponía de una asignación mensual que su padre le daba como adelanto de la herencia.
En 1904, Montmartre llevaba más de cincuenta años albergando a la comunidad artística de París. Marcel se presentó al examen de la École des Beaux-Arts, que suspendió. Se matriculó en una escuela privada, la Académie Julian, que abandonó poco después por la vida en los cafés del barrio, donde, como era habitual en ese momento, llevaba un cuaderno en el que dibujaba escenas de la vida cotidiana. Tras su servicio militar en Eu, cerca de Ruán, volvió a París en 1906. Por aquel tiempo realizó dibujos humorísticos, una actividad que gozaba de prestigio en la época. En 1907 se seleccionaron cinco de sus dibujos en el primer Salon des Artistes Humoristes. En 1908 se eligieron, hoy en día desaparecidas, para el Salón d'Automne, una importante exposición anual. Marcel pintó durante los años siguientes con un estilo fauvista, del que Matisse era el abanderado. Aunque Duchamp, muchas veces contradictorio en sus afirmaciones, en ocasiones rechazó la influencia de Cézanne, en otras reconoció haber permanecido una larga temporada bajo su influjo, bajo el que probablemente pintaría Retrato del padre del artista, un retrato psicológico de su padre. Pintó más retratos por aquel tiempo, incluyendo uno de su amigo el Doctor Dumochel en el que exageró algunos rasgos físicos. A este respecto, Duchamp comentó que fue un primer intento de dotar de humor a su obra.[2] En 1910 pintó La partida de ajedrez, en la que aparecían sus dos hermanos jugando al ajedrez en un jardín con sus mujeres abstraídas en sus cavilaciones. Al exponer este cuadro junto a otros cuatro en el Salón d'Automne pasó a ser societaire, lo que suponía el derecho a exponer sin ser examinado previamente por un jurado.
Aunque sus primeras pinturas mostraban talento, produjo pocas obras en comparación a otros artistas. Fue ésta una época de titubeos y experimentación con varias tendencias.
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