El movimiento en la fotografía
Acelerando o ralentizando la velocidad de obturación podemos lograr cosas interesantes y captar hasta cierto punto el movimiento. Un objeto que se mueva muy rápido puede salir súper nítido si subimos bastante la velocidad de obturación, o si preferimos que quede un rastro de movimiento podemos hacer lo contrario.
El movimiento congelado se obtiene, evidentemente, con altas velocidades de obturación. Esta técnica es tan sencilla como apuntar y disparar, pero lo que sí requiere es un poco de ojo fotográfico para saber emplearla. De poco nos servirá usar 1/4000 segundos para fotografiar la torre de Pisa porque -así lo esperamos- no tiene por que moverse mientras tomamos la imagen. Esta modalidad de disparo la reservaremos para capturar momentos especiales, que pasan desapercibidos al ojo humano por su extrema velocidad, como puede ser un pájaro que vuela o un globo que explota.Por profundidad de campo se entiende tradicionalmente en óptica y fotografía en particular como la zona en la cual la imagen captada por el objetivo es nítida (es decir enfocada), de manera que en la fotografía que se realice, las personas y objetos que se encuentren dentro de esa zona aparecerán también nítidos.
Una definición más completa y exacta sería: La profundidad de campo es el espacio por delante y por detrás del plano enfocado, comprendido entre el primer y el último punto apreciablemente nítido reproducidos en el mismo plano de enfoque.
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